Nueva York….Ciudad de Contrastes.
Destino Nueva York, Agosto de 2013.
Llevamos tiempo planeando un viaje a EE.UU. Finalmente nos hemos decidido: diez días, ocho en Nueva York, uno en Filadelfia y otro en Washington.
Cosas importantes para planear el viaje:Llevamos tiempo planeando un viaje a EE.UU. Finalmente nos hemos decidido: diez días, ocho en Nueva York, uno en Filadelfia y otro en Washington.
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¿MEJOR ÉPOCA PARA VIAJAR? Depende de lo que
busquéis. En mi caso prefiero verano por que los días son más largos y no
tienes que cargar con tanta ropa (además que siendo profesora tampoco tengo
muchas más opciones). El problema es que
hay muchísima gente pero si te organizas bien puedes evitar las colas. Entre primavera y otoño, mejor primavera. En
Septiembre ya empiezan las épocas de lluvias y tormentas.
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¿CON QUÉ COMPAÑÍA VUELO? La compañía aérea que
viaje directa a Nueva York desde Málaga y Madrid (8 horas) es Delta Airlines.
El vuelo en los meses de Julio y Agosto sale entorno a los 900 euros, sí o sí.
En Junio o Septiembre se pueden encontrar por la mitad.
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¿EN QUE ZONA BUSCO EL HOTEL? Nueva York son 5
barrios: Manhattan, Brooklyn, Queens, Staten Island y el Bronx. Sin duda el
hotel debe estar en Manhattan, claro que todo Manhattan es lo que creemos que
es Nueva York. La mejor zona en el Midtown; está céntrico, tienes cafeterías en
todas las esquinas y supermercado (a partir de ahora “Pharmacy”) para comprar
comida y agua, buenas conexiones de metro y no se queda muy desangelada por la
noche.
Tened en cuenta que a los precios que
contratáis los hoteles hay que sumarle las tasas de la Ciudad de Nueva York que
son un 8,75% por habitación y que se paga en el hotel.
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¿TENGO QUE PEDIR PERMISO PARA ENTRAR? Con
nuestro pasaporte español no hay problemas para ir a EE.UU de vacaciones. Si se
supera el mes o dos meses (no lo recuerdo) sí que hay que pedir un visado. Pero
para una semana o dos no es necesario.
Si es importante rellenar online e imprimir
el ESTA (https://esta.cbp.dhs.gov/esta/application.html?execution=e1s1
) . Son unos 14 dólares (14 dólares por todo el que entra en EE.UU…no está mal
el negocio no?).
¿NECESITO SEGURO MÉDICO? Rotundamente sí. Of course, nuestra tarjeta sanitaria europea no sirve, así que deberéis contratar un seguro médico para viajes con alguna compañía. Lo normal es que no pase nada, pero pensad que cualquier visita la médico (esguinces, diarreas, fiebre...) os va a salir por un riñón si no lleváis seguro. Norteamérica es así!!
¿NECESITO SEGURO MÉDICO? Rotundamente sí. Of course, nuestra tarjeta sanitaria europea no sirve, así que deberéis contratar un seguro médico para viajes con alguna compañía. Lo normal es que no pase nada, pero pensad que cualquier visita la médico (esguinces, diarreas, fiebre...) os va a salir por un riñón si no lleváis seguro. Norteamérica es así!!
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NEW YORK PASS. Es una tarjeta que puedes
comprarla para un día, dos, tres o una semana y te permite entrar gratis y sin
colas en las principales atracciones de Nueva York. Si la compras online (http://www.newyorkpass.com/Es/) y la
recoges cuando llegues (por ejemplo en el Planet Hollywood de Times Square) te
sale más barata que si la compras allí. Nosotros la compramos para 3 días (150
dólares), que sale más barata que para una semana (190 dólares. En tres días
te da tiempo suficiente de ver las principales atracciones.
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¿CONTRATO EXCURSIONES? Todo el mundo que ha ido
a Nueva York te dice “¿Vas a hacer la excursión de contrastes?”. Madre mía,
acabas de esa pregunta hasta el moño.
Hay muchas agencias que venden excursiones
“Alto y bajo Manhattan”, “Contrastes de Nueva York”, “Excursión al outlet de Woodbury”, “Crucero por el Hudson o East
River”, “Viaje en Helicóptero” o “Misa Gospell en el Harlem”. Los precios
varían desde 50 a 90 dólares, exceptuando la del helicóptero que sale a unos
150 dólares los 15 minutos que dura el vuelo.
Desde mi punto de vista son un timo, porque
exceptuando la del vuelo, a todas las demás se llega en metro (2,75 dólares),
incluso la del outlet que está en Nueva Jersey hay un autobús que sale desde
Penn Station y cuesta 15 dólares. Los cruceros están chulos, pero con la
tarjeta New York Pass tienes varios incluidos.
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¿CÓMO ME COMUNICO CON CASA? No me preguntéis por
qué, pero nuestros móviles no tenían línea (no sé si por culpa nuestra de no
avisar a la compañía, aunque por Europa nunca hemos tenido problemas, o por que
los móviles europeos allí no funcionan… no sé). Superimportante es desconectar
en el móvil el tráfico de datos, si no cuando vuelvas vas a flipar con la
factura.
Lo mejor es comprar una tarjeta para llamar a
Europa en algún Deli. Nosotros compramos una de 10 dólares y nos duró toda la
semana llamando todos los días a casa.
También aprovechad algunos sitios donde hay wifi gratis (Starbucks, Biblioteca
Pública, museos…) para conectaros al Wasap.
Bueno, ya tenemos lo básico preparado: vuelo, ESTA, hotel y
New York Pass. Vámonos que nos vamos!!!!!
DÍA 1: LLEGADA A LA GRAN MANZANA.
Nuestro vuelo sale de Málaga a las 11 de la mañana y
llegamos a las 21 hora española, ah no, que ya tenemos que cambiar la hora, 5
horas menos (si no fuera porque llegamos hechitos polvo después de 8 horas en el avión, pensaría
que he rejuvenecido). Total, que las 15h ya estamos entrando en el JFK. ¿Nos
vamos ya para New York? Que te lo crees tú!! Los americanos están enfermos con
la seguridad por lo que después de venir reventaitos del vuelo te tiras una
hora más en el JFK contestando preguntas tontas como “¿a qué has venido?”o
“¿qué vas a hace en Nueva York?”, además de ficharte haciéndote una foto,
cogiendo tus huellas y hasta un escáner de retina. Enfermos de verdad.
El JFK (y demás aeropuertos) está muy bien comunicado por
metro con el centro de Manhattan, pero esta vez habíamos contratado un chofer
que nos llevara directos al hotel porque después de todo el tute del vuelo no
nos iba a apetecer ponernos a tortuguear para buscar el metro. La primera vez
en nuestra vida que salimos del aeropuerto y vemos a un hombre con nuestro
nombre en un cartelito. Qué nivel!!!
Llegamos al hotel, el NH Jolly Madison Tower, en la 48th con
Madison Ave cerca de las 18h. Nos alojamos, refrescamos y a pesar de lo que nos
apetece es acostarnos, cogemos nuestra mochilita y nos vamos a dar una vuelta
por nuestro nuevo barrio, el Midtown; Estación Central, Bryant Park, Times
Square, Broadway y Empire State.
A las 21h ya no podemos más con nuestros cuerpos y después
de cenar un trocillo de pizza rápida, nos vamos al hotel.
DÍA 2: BAJO MANHATTAN; ESTATUA DE LA LIBERTAD, WALL STREET,
CHINATOWN, LITTLE ITALY, SOHO, NOHO Y NOLITA.
Lo del ferry es una pasada, porque a medida que te alejas de Manhattan se ven unas espectaculares vistas de Wall Street.
Seguimos nuestro camino hacia Chinatown y…. nuestro primer
rodaje de serie!!!!! Y nada menos que con el actor Matt Bomer de
protagonista!!!! Total, que allí nos quedamos un rato y cuando vimos que eso
cundía poco seguimos hacia Chinatown.
Que espectáculo es Chinatown….mira que hay chinos allí
dentro. La pobre Little Italy ha quedado reducida a una calle (Mulberry st.)
por la expansión oriental. Como estábamos un poco cansados, cogimos el metro hasta Times Square. Si Times Square impresiona de día, no te digo nada cuando cae la noche. Qué locura de plaza. Y siempre que íbamos había alguien medio desnudo cantando o para que te hicieses fotos. Estos americanos no están muy bien….
Finalmente nos fuimos para el hotel y por el camino entramos
en una especie de bar irlandés y cenamos una supermega hamburguesa.
DÍA 3:
PRIMER DÍA DE NY PASS: GUGGENHEIM, MET, UPPER EAST SIDE, FIFTH AVE., EMPIRE
STATE
Amanecemos temprano, el jet lag es lo que tiene. Hoy vamos a
empezar a usar nuestra tarjeta New York Pass. Tenemos tres días para usarla.
Sólo podemos entrar en cada atracción o museo una vez, pero no tenemos límite
de en cuántos podemos entrar en el día. En parte hemos tenido suerte, porque al
ir a recoger las tarjetas en el Planet Hollywood, no tenía de 3 días, por lo
que nos han dado, a cada uno, una de dos días y otra de uno. Así que si
queremos podremos repetir.
Volvimos hacia la 5th Ave. para entrar en el MET (también
con la New York Pass). El MET es primo hermano del British. Qué mangutas son
estos americanos. Lo que más nos gustó del museo es la terraza de la cuarta
planta donde, además de tener wifi, tienes unas vistas espectaculares de
Central Park. Ahí sí flipamos un poco.
A la salida seguimos bajando por el Upper; Blomingdale, la
cafetería de Serendipity, tiendas pijillas… y acabamos comiendo en un
restaurante que nos recomendaba un artículo que llevaba de las mejores
hamburguesas de NY llamado P.J. Clarke´s (913 de la 3rd Ave.). Una pasada el
local de los años cincuenta e increíbles las hamburguesas. Totalmente
recomendable.
Una vez con la pancita llena, volvimos a la 5th Ave.
dispuestos a recorrerla entera. Entramos en la tienda Apple, juguetería Fao,
Tiffany´s, tienda Nike… todo para no comprar nada, pero así somos nosotros, que
hasta el último día no compramos nada.
DÍA 4: MUSEO DE HISTORIA NATURAL, UPPER WEST SIDE, LINCON
CENTRE, BICIS EN CENTRAL PARK, TOP ON THE ROCK, ROCKEFELLER CENTRE, 6TH
AVENIDA.
En el museo tampoco hicimos colas por llevar la New York
Pass. Viendo las colas que se forman dedicamos cinco segundos a besar nuestras
tarjetas. El museo es enorme, hay cosas que merecen la pena y otras que son un
rollo. Aquí me las doy de entendida, para algo soy profesora de biología. La
verdad que llega un momento en el que tanto animal disecado empieza a cansar.
La parte del planetario, que para mí era lo más interesante, estaba cerrada.
Lástima!
Cuando salimos nos metimos por el Upper West Side,
intentando buscar la casa de Ted y Marshall y el McLaren. Como no los encontramos, fuimos al edificio Dakota
(donde vivía John Lenon, donde sigue viviendo Yoko Ono y donde se rodó “La
semilla del diablo”) y buscamos el Gray´s Papaya (72th con Amsterdam Ave., competencia
del Papaya King). Igual, dos perritos y un zumo de papaya, 5 dólares. Nos gustó
más el del East.
Continuamos bajando por Columbus Ave., hasta llegar al Lincon Centre, donde por cierto, también hay wifi gratis.
Continuamos bajando por Columbus Ave., hasta llegar al Lincon Centre, donde por cierto, también hay wifi gratis.
Luego seguimos bajando por Broadway hasta llegar a la
entrada sur de Central Park, donde nuestras
maravillosas tarjetas New York Pass
nos invitaban a 3horas de bicicleta para recorrer Central Park (esquina de la
57th y la 7th Ave.). Nos recorrimos todo Central Park, 10 km, oye que se dice
pronto después de llevar todo el día andando, y que Central Park no es llanito,
eh?. Tardamos una hora en hacerlo y… nos encantó, la verdad. Dentro del parque
hay piscinas, campos de béisbol, lagos, puentes, pistas de tenis… Espectacular.
Nos gustó mucho el cambio del parque según con que barrio lindase; la pijería
de la zona que pega al Upper East Side y el encanto afroamericano de la parte
norte que pega al Harlem.
A la salida, con los chubasqueros puestos porque chispea de
vez en cuando, nos vamos hasta la biblioteca pública. Es preciosa. No tengo
queja con el resultado de mis oposiciones, pero si me las hubiese tenido que
sacar en una biblioteca así hubiese madrugado encantada todos los días!
Cuando salimos nos
disponíamos a cruzar el barrio de Hell´s Kitchen y llegar hasta los muelles
para hacer un crucero por el río por cortesía de la New York Pass, pero estaba
chispeando y no nos apetecía hacer el crucero lloviendo. Así que cogimos un
metro y nos bajamos al Greenwich Village. Recorrimos sus calles, llegamos al
edificio de Friend (Grove con Bedford) (qué chiquinino es) y a la Washington Square con su arco y
fuente. Qué barrio más agradable y acogedor. Podría vivir aquí oye.
Comimos en el
Village y nos acercamos andando (Nueva York está hecha para andar, no para
coger metros o buses) al barrio de Chelsea. Nada más llegar entramos en el
Chelseamarket. Un mercado, algo alternativo, localizado en un antiguo almacén
de galletas. Chulísimo. Desde el Chelseamarket se puede subir al parque de High
Line. Se trata un parque diferente localizado en una antigua vía de tren que
pasa por encima del barrio. Es estrecho (como mucho tres metros de ancho), pero
tiene una longitud de más de 2 km. Totalmente recomendable. No es muy
turístico, por lo que te da la sensación de hacer algo totalmente americano y
especial. Empieza cerca de la 12th y termina en la 34th. Como estábamos cerca
nos llegamos al Madison Square Garden. Lo vimos por fuera. Es feo. Hacer tours
por dentro, pero sin partido de la NBA tiene que perder mucho.
Volvimos a Macys, compramos nuestros Levis, los dejamos en el hotel y nos acercamos al edificio Chrysler. Es una pena que no se pueda subir porque es uno de los edificios más bonitos de la ciudad. Ya que estábamos nos acercamos al edificio de las Naciones Unidas. Bueno, un edificio más.
A las 8 de la mañana ya estábamos en el hotel Pensylvania. Teníamos contratado desde España una excursión a Philadelphia y Washington con noche en esta última.
Nos montamos en el
autobús, y después de tres horas de viaje, una parada y varios monólogos de
nuestro guía dominicano Mejías, llegamos a Philadelphia.
Personalmente prefiero descubrir la ciudad por mí misma, pero es verdad que un día para Philadelphia y otro en Washington, no íbamos a ver ni la mitad de lo que vimos. Además, Mejías resultó, a pesar de ser un poco pirata, un guía que nos contaba toda la historia de lo que íbamos visitando.
Después de almorzar
(mejor y más barato que en NY), continuamos el viaje hasta Washington. Llegamos más tarde de lo previsto y nos
ofrecieron una visita nocturna por Washington y sin pensarlo nos apuntamos.
Llegamos sobre las
18 y bastante cansados de tanto bus, pero después de soltar las mochilas en el
hotel bajamos por Broadway hasta ver el original edificio del Flatirion. Qué
paranoia de edificio.
El musical fue alucinante, qué voy a decir. Sacamos las entradas un par de día antes en la misma taquilla. Pillamos unos asientos que quedaban libre por 70 euros cada uno. Más baratos que en Madrid. Se pueden sacar también en la ventanilla de Tickets que hay en Times Square (bajo la escalera roja), pero siempre hay colas y tienes que sacarlas para ese mismo día y para el musical que haya, con lo que te tienes que conformar con lo que haya y no puedes planificarlo.
No entendemos mucho
de béisbol, pero no importa, poco a poco nos vamos haciendo con las reglas del
juego, y si no, nos la inventamos. Estos americanos lo hacen de todo un
espectáculo; cantan el himno (todos de pie con la mano en el pecho, vaya, como
aquí), la cámara del beso, musiquilla para animar, gente vendiendo perritos y
nachos, bailes de la mascota y hasta animadoras que tiran camisetas con cañones
(sí!!! Como la que mató a la mujer de Ned Flanders!!!).
Y al terminar
cogimos el metro hasta casa (sí, ya la llamamos casa).
Hoy toca Brooklyn. Después de desayunar cogemos un metro hasta Prospect Park. Qué bonito el parque. Nos gustó incluso más que Central Park. Hay menos gente, la vegetación es más salvaje (de hecho nos perdimos en el parque) y no hay turistas.
Decidimos acercarnos
a Williamsburg, pero cuando nos bajamos del metro nos dio mal rollo la zona.
Muy sucia y dejada. Williamsburg se supone que es el barrio en auge y el de los
pijiguays. Pues ya podían limpiarlo un poco!!!.
De allí cogimos otro
metro hasta Dumbo (Down of Manhattan Bridge, ya sabemos lo molones que son los
americanos en poner nombres). Este barrio está a las puertas del Brooklyn
bridge que une el barrio con Manhattan. Os podéis imaginar las vistas que hay. El
barrio está lleno de edificios que eran antiguas fábricas o almacenes
convertidos ahora en carísimos lofts.
Después de hacernos
miles de fotos, cruzamos el puente de Brooklyn. El puente es precioso, la
verdad. Al cruzarlo, la idea era coger un metro hasta el hotel, pero como era
nuestro último día nos daba pena encerrarnos en el metro, así que decidimos
llegar al hotel paseando y despidiéndonos poco a poco de la ciudad (y para
entrar en las tiendas!).
Llueve en Manhattan, pero eso no nos impide llegar hasta Times Square para comprar en Quicksilver, o llegar hasta la 5th avenida para comprar los ipads que me han encargado, o llegar hasta la tienda Nike a comprarme mis zapatillas bonitas (a mitad de precio español).
Comemos un hamburguesón con 300g de grasa (es la última!!!), nos tomamos nuestro último capuchino y ya estamos camino del aeropuerto.
Han sido diez días
inolvidables en los que la cultura americana nos ha enamorado (llámenme Latiffa
a partir de ahora). Esta gente lo hace todo a lo grande y se sienten orgullosos
de ello (como en España no?) Todavía no hemos dejado el país y ya estamos
planeando nuestra próxima visita, esta vez a la costa oeste, porque no sé
cuando, pero volveré….

Cuando dejamos las bicis, a eso de las 16 de la tarde,
volvíamos a tener hambre. Tonta de mía, como estábamos en la 7th Ave., pensé
que podíamos acercarnos a Carnegie Hall, restaurante que recomienda Florentino
Fernández en Planeta Finito. No vayáis, huid, alejaos!!!! La comida es malísima
y carísima, y encima, el cabrón del hindú (no por ser racista, pero el camarero
era hindú, qué le hago yo, ni punto de comparación con su primo hindú de
Invernes que nos preparó unos huevos revueltos buenísimos) nos obliga a pagar
7, 9 o 14 dólares de propina. O sí o sí. Ahora, él nos deja elegir cuánto. Qué
fatiga y que ansia. La comida más mala y cara (60 dólares!!!!) con diferencia
de todo el viaje.
Después de acordarnos unas pocas de veces de Florentino
Fernández y de su familia y de blasfemar un poco acerca de nuestro querido
camarero (a Pepe le encanta blasfemar), subimos al Top on the Rock del
Rockefeller Centre (también gratis con la New York Pass). Mejor de día, para
ver Central Park. Impresionante la vista del Empire State. Sólo, en medio de
Manhattan, dominando la ciudad.
Al bajar, nos fuimos por la 6th hasta Macys. Pedid el
descuento del 10% en atención al cliente. Le echamos el ojo a los Levis (a 30
euros), pero ya sabemos que nosotros no compramos hasta el final del viaje, así
que ahí se quedan. Buscamos una “Pharmacy”, compramos ensaladas y fruta, y al
hotel a dormir.
DÍA 5: EMPIRE STATE, BIBLIOTECA PÚBLICA, MOMA, CHELSEA, HIGH
LINE, CHRYSLER BUILDING, NACIONES UNIDAS
Como teníamos dos tarjetas de la New York Pass, una de dos
días y una de uno, hoy empezamos a usar la de un día, por lo que podemos
repetir de nuevo en lo que queramos. Por ello, a primera hora estamos en el
Empire State para ver las vistas de día. Está nublado. No hay cola apenas, y la
poca que hay se va cuando nos avisan de que no hay visibilidad arriba por las
nubes y tormenta. Nosotros como no tenemos nada que perder porque ya hemos
subido decidimos entrar. Una vez arriba, casi solos, es verdad que nada tiene
que ver con las vistas de unos días atrás, pero también tiene su encanto ver la
ciudad cuando llueve oye.
Luego seguimos subiendo hasta el MoMa. Madre mía que cola!!!
Claro, son ya las 11,30 de la mañana y chispea. Menos mal que nos damos cuenta
de que, una vez más, no tenemos que hacer cola con nuestra tarjetita. Esta vez
no la besamos, ahora le hacemos la ola.
El MoMa está entretenido, aunque solo es interesante las últimas
dos plantas donde hay obras conocidas: La
noche estrellada de Van Gogh, Las Señoritas de Aviñón de Picasso, La
Persistencia de la Memoria de Dalí el Interior holandés de Miró. Además de las
Latas de sopa Campbell y Marilyn Monroe de Andy Warhol (vaya timo, por cierto).
Volvimos a Macys, compramos nuestros Levis, los dejamos en el hotel y nos acercamos al edificio Chrysler. Es una pena que no se pueda subir porque es uno de los edificios más bonitos de la ciudad. Ya que estábamos nos acercamos al edificio de las Naciones Unidas. Bueno, un edificio más.
A la vuelta al hotel
compramos ensaladas y sándwich en un Pret a manger y regresamos al hotel.
DÍA 6: PHILADELPHIA Y VISITA A WASHINGTON NOCTURNAA las 8 de la mañana ya estábamos en el hotel Pensylvania. Teníamos contratado desde España una excursión a Philadelphia y Washington con noche en esta última.
Qué tranquilidad de
ciudad. No hay ruido, ni edificios altos, ni aglomeraciones. Podría vivir
también Philadelphia.
Esta ciudad está
cargada de historia. Como es una excursión organizada, como chinitos, nos
llevan a dónde está la campana de la libertad, donde cosieron la primera
bandera del país, el primer banco americano y la tumba de Franklin. Por
supuesto subimos las escaleras del museo de arte, las de Rocky, cantando
“tinoniiiiiii tinoniii….”Personalmente prefiero descubrir la ciudad por mí misma, pero es verdad que un día para Philadelphia y otro en Washington, no íbamos a ver ni la mitad de lo que vimos. Además, Mejías resultó, a pesar de ser un poco pirata, un guía que nos contaba toda la historia de lo que íbamos visitando.
Washington es una
ciudad diseñada para ser la capital de la nación y eso se nota. Los monumento a
los presidentes son impresionantes. Visitamos la catedral, el Memorial a
Lincon, el de Jefferson, el obelisco y capitolio. Subimos hasta Georgetown (si
podéis tenéis que pasear por este barrio universitario y pudiente), entramos en
la universidad católica privada (donde nuestro encantador príncipe azul
estudió, gratis no? Aaahhmmm….), las escaleras de la película del Exorcista, el
palacio de congresos, los edificios Watergate y una fuente muy chula con muchos
chorros.
Llegamos al hotel
reventados….cena rápida y a dormir.
DÍA 7: WASHINGTON
Hoy era el día
fuerte de Washington. Problema: hoy es el 50 aniversario del discurso de Martin
Luther King y aquello está petadísimo de afroamericanos. Menos mal que lo
visitamos anoche.
Volvimos a hacer la
visita de anoche pero incluyendo la Casa blanca, estatua a Einstein, el
monumento de Iwo Jima, cementario de Arlington, el Pentágono, el Smithsonian y
el Museo del aire y espacio. Sobre la dos salimos para Nueva York.
Más tarde, después
de subir a un bar que hay en una terraza con unas vistas impresionantes al
Empire State, regresamos al hotel a descansar.
DÍA 8: MISA GOSPELL,
BRUNCH, CENTRAL PARK, REY LEÓN Y EL RESPLANDOR.
Hoy toca un día típico americano.
Hoy toca un día típico americano.
A las 8 de la mañana
ya estamos en el metro de camino al Harlem para ver una misa Gospell. Hay
agencias que organizan estas excursiones, pero te cuesta 50 dolares, a
diferencia de los 2,75 que cuesta el metro y que te deja en la misma puerta.
Harlem al principio da miedo, pero cuando estás allí ves que es un barrio más
de la ciudad, eso sí, con muchos afroamericanos, pero que es más auténtico si
cabe que el bajo Manhattan. A mí me encantó.
Iglesias para ir a
misa hay muchas. Nosotros conocimos a unos franceses en el metro y fuimos con
ellos a la First Corinthian Baptist Church (en 1912 de Adam Clayton Powell
Jr.), un antiguo teatro transformado en iglesia. En general tienen dos
servicios; uno a las 8,30 y otro a las 11,30 de la mañana. Es mucho mejor el
primero que el segundo, ya que entramos sin problemas, había sitio libre y no
había tantos turistas. Al salir, había unas colas (cola para entrar en la
iglesia, sí) impresionantes en todas las iglesias de turistas para entrar en la
misa de las 11,30, y corres el riesgo de quedarte sin sitio.
La misa es un
espectáculo. Cada vez cantaban me emocionaba y lloraba. No podía parar de
llorar!!!! Había hasta una mujer repartiendo pañuelitos. La misa duró 2 horas y
media y se me hizo corta. Es más, a la salida le pregunté a Pepe si quería que
entrásemos en la de las 11,30 también. Si me viese mi abuelo se le caían dos
lágrimas como puños.
Oye, que es la hora
del brunch!! Buscamos en nuestra guía, y nos recomienda uno que está justo al
lado nuestra. “Community fodd and juice” (2893 de Broadway). Pedid, por favor,
las torititas con salsa de arándanos. Madre mía….
Como hasta las 3h no
teníamos que estar en el musical del Rey León en Times Square, decidimos, como
burros que somos, bajar hasta Times Square andando y atravesar Central Park.
Llegamos sudando, pero llegamos. El musical fue alucinante, qué voy a decir. Sacamos las entradas un par de día antes en la misma taquilla. Pillamos unos asientos que quedaban libre por 70 euros cada uno. Más baratos que en Madrid. Se pueden sacar también en la ventanilla de Tickets que hay en Times Square (bajo la escalera roja), pero siempre hay colas y tienes que sacarlas para ese mismo día y para el musical que haya, con lo que te tienes que conformar con lo que haya y no puedes planificarlo.
A la salida, comimos
algo rápido y compramos comida para irnos de picnic a Central Park, que a las
20 ponían El Resplandor en una súper pantalla. Nos fuimos para allá a las
18,30, para coger sitio. Fue una experiencia inolvidable ver a Jack Nickolson
rompiendo puertas en el famoso parque neoyorquino.
Al terminar, al
hotel a dormir, que ya está bien por hoy.
DÍA 9. CONEY ISLAND,
EAST VILLAGE, TRIBECCA Y PARTIDO DE LOS METS
Hoy cogemos un metro
hasta Coney Island. Después de 40 minutos llegamos por fin a nuestro destino.
Qué lugar tan pintoresco! Paseo marítimo al estilo de los Vigilantes de la
Playa, playas enormes y el mítico parque de atracciones. Te da la sensación de
estar en otra época, como si de un momento a otro alguien va a gritar si
queremos pasar a ver a la mujer barbuda o el niño elefante.
Después de pasear un
rato por allí y comernos un perrito en el famoso Nathan´s, volvemos a coger el
metro hasta el East Village. Paseamos por sus esperpénticas calles llenas de
tiendas de complementos de cuero con púas y de tatuajes. Pasamos por la primera
casa de Madona en la ciudad y volvemos a Washington Square para comer en un
italiano que nos recomienda la guía llamado “Otto enoteca pizzaria” (1 de la
5th Ave.). Riquísimo y barato, sobre todo si comes con agua que te la ponen
todo el tiempo de gratis.
Volvemos a subir a
Broadway en busca de una tienda friki de cómics, “Forbidden Planet” (832 de
Broadway) y acabamos subiendo por Park Ave hasta el hotel para darnos una
duchita y tirarle para Flushing Meadows. ¿Para ver el US open? Noooo, para ver
el partido de béisbol entre los Mets y los Phillips!!! (40 euros la entrada que
sacamos en la recepción del hotel).
DÍA 10: BROOKLYN, PROSPECT PARK, WILLIAMSBURG, DUMBO, PUENTE DE BROOKLYN.
Último día…mañana
nos vamos. Hoy toca Brooklyn. Después de desayunar cogemos un metro hasta Prospect Park. Qué bonito el parque. Nos gustó incluso más que Central Park. Hay menos gente, la vegetación es más salvaje (de hecho nos perdimos en el parque) y no hay turistas.
A la salida, fuimos
encaminando hacia la 5th Ave. de Brooklyn y paseamos por varias calles con
casitas unifamiliares típicas americanas. Oye, qué encanto tiene este barrio!
Es mucho más tranquilo, auténtico y americano que Manhattan. La quinta avenida
está llena de barecitos y restaurantes originales con una pinta increíble.
DÍA 11: COMPRAS Y
VUELTA A CASA.
Hasta las 22 de la
noche no sale el vuelo a Málaga, pero a las 17 nos vienen a recoger para llevarnos
al aeropuerto, así que tenemos toda la mañana y parte de la tarde para comprar
recuerdos para todo el mundo.Llueve en Manhattan, pero eso no nos impide llegar hasta Times Square para comprar en Quicksilver, o llegar hasta la 5th avenida para comprar los ipads que me han encargado, o llegar hasta la tienda Nike a comprarme mis zapatillas bonitas (a mitad de precio español).
Comemos un hamburguesón con 300g de grasa (es la última!!!), nos tomamos nuestro último capuchino y ya estamos camino del aeropuerto.
Lo mejor del viaje ha sido, con mucha diferencia, la guía que Carmen había preparado. No nos hemos dejado nada atrás y nos han encantado muchas de las costumbres de ese país.
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