viernes, 5 de febrero de 2016

Kuala Lumpur... la ciudad de las mil culturas

Por Merche.

Ahora que llevo bastante tiempo sin visitar esta maravillosa ciudad, tengo ganas de escribir sobre ella y así recordarla.

Kuala Lumpur te gusta más cuantas más veces la visitas. Yo he tenido la suerte de pisar sus calles en tres ocasiones diferentes y cada vez la he disfrutado más. La última de ellas, aprovechando que el calor da en enero una tregua por el Sudeste Asiático, me animé a caminar más y conocer la ciudad desde las aceras.

No son pocos los que piensan que Kuala Lumpur, al igual que el resto de las ciudades malasias, es un lugar aburrido donde hay poca fiesta. Pues bien, mucha suerte tienen los que prefieren fiestas hasta el amanecer ya que pueden dirigirse directamente a Koh Pagngha o alguna otra isla tailandesa. Dejemos entonces Malasia y su capital para los que quieren disfrutar de un mundo en el que las culturas se entremezclan y donde se puede encontrar un trocito de cada rincón de Asia sin moverse de una misma ciudad. Para mí, poco amante de las Full Moon Parties, Kuala Lumpur me parece una ciudad excepcional.

¿Qué hay en Kuala Lumpur? La primera (y fácil) respuesta es la admirable obra de César Pelli, las Torres Petronas. Por todos conocidas, mil veces retratadas y, sin lugar a dudas, el orgullo de los malasios.

Las torres Petronas en Kuala Lumpur.
Sin embargo, Kuala Lumpur es mucho más que oficinas de empresas petrolíferas. Vamos a verlo…

Que quieres comer comida india, en Kuala Lumpur lo tienes. Que quieres ver en una misma calle chicas musulmanas ataviadas con sus coloridos pañuelos (hijab, al-amira) y chicas indias con el sari típico, en Kuala Lumpur lo tienes. Que quieres que te expliquen de qué va eso del islam al margen de todos los prejuicios que podemos tener en occidente, en Kuala Lumpur lo tienes. Que quieres comer en un restaurante musulmán de guarniciones, en Kuala Lumpur lo tienes. Que quieres visitar mezquitas, templos indios e iglesias todo en el mismo día, en Kuala Lumpur lo tienes. Que quieres comprar productos de imitación mientras degustas unos dimsum chinos, en Kuala Lumpur lo tienes. Que quieres disfrutar del confort de una ciudad moderna al mismo tiempo disfrutas de tradiciones ancestrales, en Kuala Lumpur lo tienes. Que quieres pasear por calles con aceras bien pavimentadas y seguras tanto de día como de noche, en Kuala Lumpur lo tienes. Que quieres disfrutar de la naturaleza más salvaje, en Kuala Lumpur lo tienes. Que quieres conocer la historia del país o sus tradiciones en museos perfectamente equipados, en Kuala Lumpur lo tienes. Que quieres alojarte en buenos hoteles sin arruinarte, en Kuala Lumpur lo tienes. Por todos estos motivos, Kuala Lumpur no me parece para nada una ciudad aburrida, al contrario, me parece una ciudad estupenda para pasar unos meses viviendo allí y conociendo cada uno de sus  rincones.

Arquitectura de Malasia.

Quizás los que viven en KL tienen una opinión distinta a la mía sobre la ciudad, yo solo la he pisado como viajera, pero lo que se respira en las calles de Kuala Lumpur es una mezcla cultural basada en el respeto y la convivencia que hace al viajero sumergirse en un mundo fascinante.

Para empezar, un alojamiento. Buscar alojamiento en KL no es difícil, ya que no solo contamos con la variada oferta de los hoteles, hostels, etc. que hay en la ciudad, sino que además, podemos alquilar viviendas o habitaciones a través de la web www.airbnb.com. Como recomendación, el hotel 1915, por su relación calidad-precio y sobre todo por su ubicación, me parece una opción más que buena para pasar unos días en la ciudad.

Habitaciones cómodas, limpias y, con suerte, con ventanas desde las que se ven a lo lejos las Torres Petronas. Si bien es cierto, que las habitaciones son pequeñitas y el cuarto de baño resulta un poco oscuro. A pesar de estos, para mí, insignificantes inconvenientes, este hotel resulta de lo más agradable y práctico. ¿Qué es lo mejor que tiene este hotel? Sin duda, su ubicación. A escasos metros de la parada de metro Masid Jamek, se llega a él fácilmente desde la estación central (Sentral). Y ya que hablamos de transportes, vamos a empezar por el principio.

Llegadas y salidas


Aunque es posible llegar a KL por diversos medios, quizás el avión es la forma más común para los que viajan por el Sudeste Asiático. Desde ciudades vecinas como Bangkok, salen varios vuelos diarios de diferentes compañías como AirAsia que en menos de dos horas te plantan en la ciudad de las mil culturas a precios realmente asequibles. El aeropuerto de KL es moderno y está muy bien comunicado. Cuenta con dos terminales, la internacional se llama KLIA2. Nada más llegar te das cuenta que Malasia es un país potente que se está desarrollando a la velocidad del rayo y que pocas cosas tiene en común con sus vecinas Tailandia, Camboya o Indonesia. Más bien podría decirse que Malasia y, en concreto KL, miran arriba siguiendo el ejemplo inspirador de su otro vecino, Singapore.

Plano aeropuerto Kuala Lumpur.

Para llegar al mismo centro de la ciudad (KL Sentral) desde el aeropuerto, basta con coger un autobús o un tren rápido.

El tren se llama KLIA Ekspress y tarda solo 28 minutos en hacer el recorrido entre ambos puntos, por lo que resulta el medio más adecuado para volver ir desde la ciudad al aeropuerto cuando tienes que coger un vuelo. No es necesario reservar el billete, solo con ir un rato antes a las taquillas bien señalizadas de la estación KL Sentral o en el mismo aeropuerto te podrás hacer con los tickets, aunque también se pueden comprar en esta web. El precio: 55 MYR por viaje. (Te hacen un descuento si compras ida y vuelta).

El bus, muy cómodo y más barato que  el tren para llegar a la ciudad, tarda más tiempo. Si te pilla atasco puedes tardar algo más de una  hora en llegar a la ciudad, pero si vas sin prisas te ahorras un buen dinero. Por solo 10 MYR puedes coger el Express Coach desde la planta baja de la terminal KLIA2 del aeropuerto hasta KL Sentral.

El idioma


Otra de las grandes ventajas de Malasia en general y KL en particular es la facilidad que tienes para comunicarte con los lugareños, la gran mayoría dominan el inglés y son gente afable y dispuesta a prestar su ayuda si te despistas o te pierdes un poco. Algo que resulta más complicado en otros países vecinos donde el inglés muchas veces no es una vía para comunicarse. Hablar con los malasios, poder escuchar sus opiniones comentando la vida en el país, no tiene precio. Cualquier taxista, camarero, recepcionista… puede ofrecerte una información valiosísima que hará tu experiencia viajera aún más interesante.

El idioma malayo se escribe como el castellano, esto te facilita enormemente la vida en una ciudad en la que puedes leer los carteles fácilmente aunque no entiendas bien las palabras, pero desde luego, te ayuda mucho más que mirar los caracteres indescifrables para los que no conocemos el khmer, tailandés o laosiano.

De paseo por Kuala Lumpur


KL tiene muchas zonas interesantes a las que acercarse para conocer la vida local, desde el más sofisticado centro financiero plagado de rascacielos, hasta el barrio más auténtico y carismático.
¿Por dónde empezar? Veamos…

KLCC

El parque de KLCC.
La zona de las famosísimas Torres Petronas es visita obligada para todo viajero o turista que llega a la ciudad sea o no amante de las marcas de lujo. Este barrio es fácilmente accesible en metro (LRT), la parada KLCC no tiene pérdida. Las Torres están rodeadas por edificios modernos, rascacielos que quedan iluminados a la caída del sol para mostrar todo el poderío malasio.
Este centro neurálgico de la ciudad cuenta con un grandísimo centro comercial en el que para ir al baño sin pagar has de subir a la segunda planta. Tanto las plantas superiores como las subterráneas están repletas de restaurantes. Las plantas intermedias guardan espacio para las grandes marcas de ropa y complementos.

Cada noche, a las 8, en el lago a los pies de las Petronas tiene lugar un espectáculo gratuito de música y luces que merece la pena ver. Al igual que también merece la pena disfrutar del parque junto a ese lago para pasear, descansar o hacer un poco de deporte respirando aire puro en medio de una cuidada naturaleza en pleno centro de la ciudad.
Espectáculo de agua y música en KLCC.

¿Se puede subir a las Torres Petronas? La respuesta es sí, pero eso te lo cuento más adelante…

Central Market


Este mercado para turistas nada tiene que ver con sus homónimos de Phnom Phen o Ho Chi Ming. Realmente es un centro de tiendas de souvenirs y que, por tanto, no está nada mal para encontrar artesanía tradicional o tejidos típicos de Malasia como el famoso batik.
Cerca del Central Market, y esto sí es más interesante, puedes encontrar restaurantes de buenísima comida musulmana acompañada por un exquisito lemon tea.

El barrio chino y la calle Petaling


Este barrio es estupendo para comprar productos falsificados como relojes, bolsos, camisetas y también para los amantes de la auténtica comida china para degustar en mesas en la calle. Eso sí, como no podría ser de otra manera, esta zona es objetivo de turistas muchos de los cuales seguramente se alojarán en los hostels de la zona.

La plaza Merdeka y sus alrededores


La plaza Merdeka.
Esta enorme plaza en medio de la ciudad, accesible a pie desde la zona de Masid Jamek, es un hervidero de familias al fresquito de la noche cada viernes y sábado cuando cortan al tráfico las calles aledañas para abrir el espacio a las bicis y patinetes de los niños. Muy recomendable para sentarse y ver la vida de los lugareños los sábados al anochecer.

Cerca de esta plaza está la oficina principal de turismo de la ciudad, donde informan sobre los museos (muchos gratuitos) que se pueden visitar y que ayudan a conocer mejor la idiosincrasia e historia de los malasios.

La mezquita Masjid Jamek


Masjid Jamek
Esta es una  más de las mezquitas que se pueden visitar en la ciudad. La visita puede convertirse en una grandísima experiencia en Kuala Lumpur. En algunas de ellas, como la Masjid Jamek hay voluntarios dispuestos a explicar que nada tiene que ver el islam con medias lunas o terrorismo. Gran labor la de estos voluntarios que tienen como objetivo tumbar los prejuicios de todo aquel que esté interesado.

El techo de Kuala Lumpur


¿Desde dónde tenemos las mejores vistas? Podemos considerar dos puntos como el techo de Kuala Lumpur. Uno de ellos, las Torres Petronas y el otro la Menara KL (menara significa torre en malayo). Yo no soy capaz de decantarme entre ambos.

Dentro de las Petronas.
Visitar por dentro las Torres Petronas merece mucho la pena, es caro, pero no se sube a las Petronas todos los días… o al menos eso es lo que uno piensa la primera vez que va a KL. El inconveniente de esta opción, además de los 85 MYR que has de pagar, es que te limitan el tiempo de la visita a un total de unos 30 minutos (15 en la pasarela y 15 en la parte superior de una de las torres). La gran ventaja son las vistas ya que además de divisar toda la ciudad puedes ver la segunda torre a pocos metros de distancia. Dentro de la torre que se visita hay una sala de exposiciones donde se hace publicidad de Petronas, la compañía de petróleo y gas de Malasia propiedad del Estado y, por tanto, un gran motivo de orgullo para el país.

Para comprar los tickets conviene ir un día o dos antes (o comprarlos en esta web) porque los venden con antelación y se acaban con rapidez, sobre todo para las visitas a las mejores horas, al atardecer, cuando ya puedes ver la segunda torre iluminada desde las alturas.


La plataforma de observación de la Menara KL gana en altura a la de las Torres Petronas y sus vistas nada tienen que envidiarle a las de estas últimas. Es fácil llegar caminando desde la estación de metro (LRT) Dang Wangi. Hay un minibús gratuito para subir (y bajar) la pendiente que lleva hasta la base de la torre. Las ventajas de la Menara KL son el precio (más barata que las Petronas, unos 52 MYR el paquete básico) y, sobre todo, que la visita no está limitada en el tiempo, por lo que puedes echar la tarde quedándote en la plataforma circular disfrutando de las vistas, y divisando las Torres Petronas a lo lejos, o aprovechando para tomar algo.

Como, a pesar de sus ventajas, esta torre no es tan famosísima como las Petronas, no es necesario reservar los tickets o comprarlos con antelación, por lo que resulta una visita improvisada de lo más agradable.

Mi recomendación, subir a las dos si se puede.

El jardín botánico



Frangipani.
Otra de las cosas buenas de Kuala Lumpur es que es una de las ciudades más verdes del Sudeste Asiático. El jardín botánico es una gran muestra de ello. Un paseo por este lugar para ver las bellísimas flores que se cultivan y crecen gracias al agua y el sol de esta zona del planeta. Además, en el recinto del jardín botánico hay un aviario y un mariposario que pueden visitar los interesados en la fauna autóctona.


Jalan Alor y sus alitas de pollo


No muy lejos de KL Sentral, en la zona de Jalan Alor (jalan significa “camino” o “calle”), se pueden degustar las famosas alitas de pollo malasias, “chicken wings”, pero para mi gusto hay lugares mucho mejores para cenar, como Little India.

Little India nuevo y viejo


Se podría decir que Kuala Lumpur tiene dos Little India. La primera y más antigua se localiza en el barrio donde está la mezquita Masid Majek, la segunda y más moderna está en Brickfields. Aunque ambas “Indias” son lugares estupendos para degustar auténtica comida hindú, quizás la zona de Brickfields está mucho más ambientada al anochecer.
Brickfields.

Una fuente de elefantes abre el camino a Brickfields, una calle donde arcos azules y rosas sirven de portales a tiendas de ropa típica a buen precio, niñas que hacen tatuajes de henna en plena calle y carismáticos restaurantes de comida hindú. Realmente pasear por este barrio es vivir el auténtico ambiente indio de Kuala Lumpur.

Las cuevas Batu y los monos salvajes


Un fresquito coco de Malasia.
Saliendo un poco de la ciudad, y algo más cerca que la mezquita coloreada de Putrayaya, se encuentran las cuevas Batu. Para llegar, en poco más de 20 minutos, hace falta coger un tren en KL Sentral. Conviene preguntar los horarios de vuelta para no perder el último transporte hacia la ciudad. El paseo en tren, cómodo, seguro y barato, resulta muy agradable. Desde la venta se observa cómo rápidamente cambia el escenario de rascacielos por uno mucho más salvaje donde abunda la vegetación y la fauna autóctona.


Los protagonistas de esta visita a las cuevas serán, sin duda, los monos malasios. Unos monos que de tontos no tienen nada y son capaces de robarte la mochila, quitarte el helado que llevas en la mano y pegarse un festín a tu costa por su cara bonita.

Monillo en la Batu Caves.
Los miedosos han de ir concienciados. Los monos son los reyes indiscutibles de los templos. Saltan por las doscientas y pico escaleras amenazando a los humanos que se atreven a subirlas dejando claro que si ellos quieren te quedas si merienda, sin cartera y hasta sin gafas de sol.

Batu Caves.
Para mí, que el amor por los animales no lo tengo muy desarrollado, ir a las cuevas Batu supuso todo un gran reto por controlar los ataques de pánico, pero si hay suerte (como la última vez que fui a finales de enero) y te encuentras en plena celebración del festival hindú que congrega allí a bramahnes y curanderos practicando los más diversos ritos ¡eso sí que es todo un espectáculo! Ahí, en esos días, con el ruido ensordecedor de los tambores de personas por las pendientes escaleras, los monillos no se atreven a aparecer y se quedan agazapados en sus escondites. ¡Qué suerte la mía!
Al margen de los monos, el templo de las cuevas Batu muestra creencias ancestrales que son dignas de vivir de cerca. Para refrescarse, que siempre viene bien por estos lares, un poquito de agua de coco siente divinamente.



¡Atentos a las normas en los transportes!

Una última recomendación


Y qué mejor que conocer una ciudad caminando por sus calles y comiendo comida local, tan variada y exquisita como lo es en KL. Pues esa es básicamente mi recomendación, mapa en mano, caminar, caminar y caminar y probar todas las delicias gastronómicas que van apareciendo a lo largo de ese camino mientras se disfruta de la selva que aparece y se entremezcla con edificios de gran belleza arquitectónica.



I love KL.

Para aprender más:


-          Según  FUNDEU, la diferencia entre las palabras malasio/malayo es la siguiente:
Malasio/a: gentilicio y cosas relativas al país
Malayo: lengua de Malasia


No hay comentarios:

Publicar un comentario