viernes, 13 de marzo de 2015

Langkawi ... el orgullo de Malasia

Por Merche.

Quizás si se les pregunta a los malasios acerca de qué les produce más orgulloso en su país la mayoría diría sin dudar las Torres Petronas de Kuala Lumpur. Sin embargo, desde mi punto de vista, la isla de Langkawi merece mucho más este honor que la admirable construcción de César Pelli.

Hace poco más de 50 años, Langkawi era una isla aislada si ningún tipo de infraestructura, pero el Gobierno malasio, encabezado por su antiguo presidente, Mahathir Mohamad, que trabajó en la isla como médico antes de dedicarse a la política, impulsó su desarrollo para ofrecer hoy a los viajeros un conjunto inolvidable de experiencias, resorts de lujo y naturaleza exuberante. Así es Langkawi, una isla completa.

Mapa de Langkawi.
A Langkawi se llega en barco o en avión. Hay vuelos directos desde Kuala Lumpur con la aerolínea Malindo por unos 10€, si se consigue una oferta. No solo se puede volar ahora desde la capital, sino también desde otros lugares de Malasia como Penang y Subang o desde otros países como Singapore. Si se prefiere llegar a Langkawi en barco y disfrutar de la maravillosa experiencia que supone ir navegando por los islotes que rodean la isla, es posible coger un ferry en Satun (Tailandia), Kuala Perlis (Malasia), Kuala Kedah (Malasia) o en Penang (Malasia).

Si se está en la capital de Tailandia, Bangkok, se puede realizar el siguiente trayecto:

Bangkok – Hat Yai – Pedan Besar – Kuala Perlis – Langkawi.

Camioneta para ir desde el aeropuerto
 de Hat Yai a la estación de autobuses.
Para ir desde Bangkok a Hat Yai se puede ir en minivan, autobús o avión, por ejemplo con AirAsia  o Nok Air. El vuelo cuesta unos 1000 THB (25 €). Una vez que se llega al aeropuerto de Hay Yai, hay que ir a la estación de autobuses. Para ello, es preferible coger la camioneta azul (“songtéo” en tailandés) a la salida del aeropuerto, nada más cruzar la calle. El trayecto hasta la estación de autobuses  cuesta 40 THB (1 €). Hay que tener en cuenta que en Hat Yai hay dos estaciones de autobuses, la Hat Yai Minivan Station y la Hat Yai Bus Station, pero la estación desde la que se ha de tomar la minivan o furgoneta para Malasia es esta segunda, Hat Yai Bus Station (“bokosóo” en tailandés).

Frontera Tailandia-Malasia
en Padang Besar.
En la estación de autobuses hay que coger una furgoneta (o minivan, como las llaman en Tailandia) a Padang Besar. Esta localidad está dividida en dos partes, la parte tailandesa y la parte malasia y es aquí donde se encuentra la frontera entre los dos países.  El camino es para disfrutarlo, una buena carretera que discurre por pueblos pequeños en los que se pueden admirar los cultivos que hacen de esta zona una de las más ricas de Tailandia, se trata de árboles de los que se extrae el caucho.  La vegetación y las casas construidas con esmero muestran que esta es una zona privilegiada del país. Si además tienes la suerte de sentarte en el asiento del copiloto y el conductor muestra interés en conversar contigo (aunque sea en tailandés básico), podrás satisfacer tu curiosidad sobre la forma de vida o las costumbres del sur de Tailandia.

Pasar la frontera por tierra siempre produce cierto nerviosismo, parece que los oficiales revisan el pasaporte con más detalle y preguntan más cosas que en los aeropuertos. Aunque lleves toda la documentación en regla, siempre existe una mínima posibilidad de que no te dejen pasar. En este caso, la frontera en Padang Besar no es diferente, con la salvedad de que en esta frontera no hay tanto tránsito como en otras zonas y la mayoría de la gente pasa por ella en moto, camión o coche, por lo que pasar caminando es algo relativamente raro, pero por supuesto, se puede hacer.

Primero has de pasar por un puesto de inmigración tailandés donde deben sellarte la salida de Tailandia. Continúas andando unos 150 metros entre camiones y coches bajo el sol abrasador tailandés (conviene llevar sombrilla, gafas de sol, gorro, agua…). Hay un supermercado Duty Free con aire acondicionado en el que puedes parar unos instantes para refrescarte y cambiar dinero, ya que una vez que pases la frontera estarás en tierra malasia y tendrás que usar la moneda local, ringgit (MYR). Después del Duty Free, debes seguir caminando unos 200 metros aproximadamente hasta que llegas al puesto de inmigración para entrar en Malasia. Los oficiales seguramente te preguntarán para qué quieres entrar en el país y no te pondrán muchas pegas si dices que vas a hacer turismo. Los españoles no tenemos que pagar nada para entrar en Malasia y obtenemos un permiso de estancia de 90 días que quedará indicado en el sello que te ponen en el pasaporte.

Carretera de Padang Besar
a Kuala Perlis
Cuando pasas la frontera, has de seguir caminando hasta una parada de taxi cercana. El taxi te llevará a Kuala Perlis, que es donde puedes coger el ferry para llegar a Langkawi. El trayecto en taxi entre Padang Besar y Kuala Perlis dura unos 45 minutos y cuesta 56 MYR (precio oficial fijo que no admite descuento). El paisaje de la carretera te va dejando intuir lo que te encontrarás en la isla, bellas montañas llenas de vegetación. En esa carretera hay un puesto de militares que probablemente te pedirán que muestres tu pasaporte e incluso que bajes del coche para rellenar un formulario con tus datos personales, un puro trámite que si no te lo esperas puede hacerte pensar que te van a llevar directamente para un cuartelillo…


Desde Kuala Perlis el trayecto en ferry dura 1 hora y cuesta 18MRY, los billetes se compran en el mismo puerto y también online en la web FerryLine. El último ferry desde Kuala Perlis sale a las 7 de la tarde. El barco es bastante grande y tiene asientos numerados, cosa que sorprende por estos lares… El viaje entre los locales es sumamente agradable y permite observar cuan diferentes son las gentes de Malasia de sus vecinos tailandeses. En el barco se mezclan  musulmanes, hindúes, chinos y pocos, muy pocos, occidentales. Una pequeña muestra de lo que es Malasia, una asombrosa mezcla cultural y racial.

Lo primero que sorprende al llegar a Langkawi son sus infraestructuras. Langkawi es una isla sumamente desarrollada sin que haya perdido precisamente eso, el encanto de ser una isla, rodeada por mar, con playas de arena blanca excelentes para el baño y una vegetación exuberante que adorna bellas montañas. Por tanto, es una isla cómoda, donde conducir por carreteras bien asfaltadas que no tienen grandes cuestas o desniveles y donde uno se encuentra como en casa disfrutando de la amabilidad de los malasios y sus admirables dotes culinarias. Algo que yo personalmente agradezco profundamente en esta isla es que tienes la posibilidad de caminar, ya que hay buenas aceras que te permiten ir de unas zonas a otras o moverte con libertad por las pequeñas poblaciones que salpican la isla.

Cenang Beach.
La mayoría de los extranjeros con ganas de fiesta, de pasearse en moto de agua, de comer en restaurantes occidentales y de vivir la experiencia en la isla al estilo de como se hace en Puerto Marina (Benalmádena – Málaga – España), buscan alojamiento en Cenang Beach (se pronuncia “chenan bich”), por tanto esta zona es más cara para alojarse y no merece mucho la pena si prefieres relacionarte con los nativos del lugar. Es bastante complicado conseguir comida local en esta zona ya que todo está preparado para que los extranjeros no echen de menos las hamburguesas, las pizzas o los puestos de souvenirs. Lo que sí es sensacional en Cenang Beach es la playa, con una franja de arena blanquísima de unos 2 km por la que puedes pasear y también disfrutar del baño. Recomiendo no perderse el silencioso atardecer del que puedes gozar al final de esta playa cuando el cielo te regala innumerables momentos de postal.
Atardecer en Cenang Beach.


Atardecer en Cenang Beach.


Me parece mucho más interesante la zona de Kuah para alojarse. Además de que los alojamientos son algo más baratos, puedes conseguir algún descuento en temporada baja, muchos de ellos son nuevos y en general están en mejores condiciones por no tener el trasiego de turistas de los alojamientos en Cenang Beach. Por ejemplo este: Geopark Inn con habitaciones desde 100 MYR la noche.


He de decir que a las personas que no les gusta la vida tranquila, quizás Kuah les parezca aburrido o con pocas posibilidades de diversión. Sin embargo, si lo que buscas es poder pasear con tranquilidad sin encontrarte a un extranjero a cada paso, disfrutar de comida local, buenas vistas al mar y compartir con los lugareños conversaciones agradables, Kuah es una opción mucho mejor que Cenang Beach. Fácilmente uno puede desplazarse desde Kuah a otras zonas de la isla en coche o en moto, (recomiendo coche con aire acondicionado para evitar el sol y el calor sofocante).
Mezquita en Kuah.

Carretera en Langkawi.
Alquilar una moto puede costar unos 40 MYR por 12 horas y un coche muy básico puede salir por unos 65 MYR. Una tienda legal para alquilar moto o coche que te pedirá una licencia de conducir internacional y tu pasaporte para realizar el trámite es T shoppe, con sucursales en Kuah y en Cenang Beach.

Esta isla tiene muchas posibilidades para los que tenemos la suerte de pasar aquí unos días. Quizás la primera atracción de Langkawi sean sus playas. Recorriendo en coche la isla y siguiendo las rutas marcadas por un mapa que puedes conseguir de manera gratuita en las oficinas oficiales de turismo, podrás detenerte en lugares de ensueño en los que refrescarte con un baño o simplemente admirar la belleza del mar que tienes delante como Pantai Kok o Black Sand Beach.

Pantai Kok.

Tanjung Rhu Beach.
La playa más bonita para mí, sin lugar a dudas, es Tanjung Rhu Beach, donde se ubica el Tanjung Rhu Resort cuyos dueños deciden quién entra a esta playa, ya que limitan la entrada de visitantes para que los clientes del resort no sean molestados. Si tienes suerte, podrás acceder a esta playa firmando antes un documento que te compromete a no pasar cerca del resort y quedarte en la zona de la derecha. Debes tener cuidado al conducir por la carretera que llega a la playa porque los monillos estarán en las cunetas o en el asfalto campando a sus anchas y lo último que desearías sería atropellarlos. Es en la parte derecha de la playa de Tanjung Rhu donde tienes la posibilidad de alquilar hamacas con sombrilla por 15 MYR la hora. No tengo palabras para describir la belleza del lugar, sobre todo cuando puedes disfrutarlo prácticamente en soledad. La mejor hora para estar allí, es a partir de las 6 de la tarde, cuando ya se han ido los posibles turistas que han alcanzado la playa para tostarse al sol.

Tanjung Rhu Beach
Oriental Village.
Otra de las grandes maravillas de esta isla son sus parques naturales, como el Geopark. Incluso existe la posibilidad de subir con un teleférico (cable car) para divisar desde todo lo alto la isla y asomarse al puente, aunque yo me quedé con las ganas de disfrutar de esta experiencia porque el cable car se encontraba en reparación. El precio es de 35 MYR por persona y está abierto de 10 de la mañana a 7 de la tarde aproximadamente. Recomiendo llamar por teléfono a las instalaciones antes para asegurarse de que está abierto. La entrada al cable car se encuentra en la Oriental Village, se trata de una bonita y agradable zona con restaurantes decorada a estilo oriental donde se encuentra el museo de Art in Paradise, se trata de un lugar en el que hay cuadros en formato 3D para que puedas hacer fotos simulando que formas parte del cuadro, si se viaja con niños este museo es un buen lugar para pasar las horas de calor porque disfrutarán a lo grande. También queda cerca de la Oriental Village la cascada de siete niveles, que merece la pena visitarla en la época de lluvias que es cuando más agua tiene (agosto – diciembre).

Crystal glass blowing.
Otra actividad interesante que se puede hacer en la isla es visitar un centro de fabricación artesanal de objetos de cristal, donde se conocerá de primera mano cómo realizan el trabajo los artistas que soplando vidrio crean formas maravillosas. Además, si se quiere conocer la historia de Mashuri, una mujer que fue condenada a muerte por adulterio y que se ha convertido en todo un símbolo en Langkawi, se puede visitar su tumba y el museo donde se dan detalles de su vida.

Restaurante en Kuah.
Recorriendo la isla en coche o moto se van encontrando estupendos sitios donde pararse a tomar un tentempié a la sombra de los árboles mientras te deleitas mirando el mar. Hablando de comida, aprovecho para recomendar aquí dos lugares en Kuah donde se puede comer arroz con una o dos guarniciones a elegir por unos 6 MYR, acompañando el plato quizás con un refrescante té de limón con hielo (ice lemon tea) por solo 2 MYR más.


Restaurante en Kuah, Nasi Kandar Al Aiman, abierto 24h.

Y por último, lo que uno no debe perderse cuando visita Langkawi, además de las frutas exóticas de temporada, es su café (kopi) delicioso en todas sus modalidades: con hielo, sin hielo, con leche, sin leche… y, por supuesto, el roti, esa deliciosa torta que puede llevar cebolla, huevo o queso al gusto o kaya, la famosa y sabrosa mermelada de coco.
Kopi con roti de huevo y cebolla.


Langkawi es esto y mucho más: jungla, manglares, cuevas… pero eso lo dejo para mi próximo visita.

Langkawi, sin duda, enamora. Espero que las ansias de construir nuevos resorts junto a la playa no acaben con la belleza de la isla y que continúe por siempre siendo Naturally Langkawi.



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