Por Merche.
Ahora que llevo bastante tiempo sin visitar esta maravillosa
ciudad, tengo ganas de escribir sobre ella y así recordarla.
Kuala Lumpur te gusta más cuantas más veces la visitas. Yo
he tenido la suerte de pisar sus calles en tres ocasiones diferentes y cada vez
la he disfrutado más. La última de ellas, aprovechando que el calor da en enero
una tregua por el Sudeste Asiático, me animé a caminar más y conocer la ciudad
desde las aceras.
No son pocos los que piensan que Kuala Lumpur, al igual que
el resto de las ciudades malasias, es un lugar aburrido donde hay poca fiesta.
Pues bien, mucha suerte tienen los que prefieren fiestas hasta el amanecer ya
que pueden dirigirse directamente a Koh Pagngha o alguna otra isla tailandesa.
Dejemos entonces Malasia y su capital para los que quieren disfrutar de un
mundo en el que las culturas se entremezclan y donde se puede encontrar un
trocito de cada rincón de Asia sin moverse de una misma ciudad. Para mí, poco
amante de las Full Moon Parties, Kuala Lumpur me parece una ciudad excepcional.
¿Qué hay en Kuala Lumpur? La primera (y fácil) respuesta es
la admirable obra de César Pelli, las Torres Petronas. Por todos conocidas, mil
veces retratadas y, sin lugar a dudas, el orgullo de los malasios.
Sin embargo,
Kuala Lumpur es mucho más que oficinas de empresas petrolíferas. Vamos a verlo…
Las torres Petronas en Kuala Lumpur. |
Que quieres comer comida india, en Kuala Lumpur lo tienes.
Que quieres ver en una misma calle chicas musulmanas ataviadas con sus
coloridos pañuelos (hijab, al-amira) y chicas indias con el sari típico, en
Kuala Lumpur lo tienes. Que quieres que te expliquen de qué va eso del islam al
margen de todos los prejuicios que podemos tener en occidente, en Kuala Lumpur
lo tienes. Que quieres comer en un restaurante musulmán de guarniciones, en
Kuala Lumpur lo tienes. Que quieres visitar mezquitas, templos indios e
iglesias todo en el mismo día, en Kuala Lumpur lo tienes. Que quieres comprar
productos de imitación mientras degustas unos dimsum chinos, en Kuala Lumpur lo tienes. Que quieres disfrutar del
confort de una ciudad moderna al mismo tiempo disfrutas de tradiciones
ancestrales, en Kuala Lumpur lo tienes. Que quieres pasear por calles con
aceras bien pavimentadas y seguras tanto de día como de noche, en Kuala Lumpur
lo tienes. Que quieres disfrutar de la naturaleza más salvaje, en Kuala Lumpur
lo tienes. Que quieres conocer la historia del país o sus tradiciones en museos
perfectamente equipados, en Kuala Lumpur lo tienes. Que quieres alojarte en
buenos hoteles sin arruinarte, en Kuala Lumpur lo tienes. Por todos estos
motivos, Kuala Lumpur no me parece para nada una ciudad aburrida, al contrario,
me parece una ciudad estupenda para pasar unos meses viviendo allí y conociendo
cada uno de sus rincones.
Arquitectura de Malasia. |
Quizás los que viven en KL tienen una opinión distinta a la
mía sobre la ciudad, yo solo la he pisado como viajera, pero lo que se respira
en las calles de Kuala Lumpur es una mezcla cultural basada en el respeto y la
convivencia que hace al viajero sumergirse en un mundo fascinante.
Para empezar, un alojamiento. Buscar alojamiento en KL no es
difícil, ya que no solo contamos con la variada oferta de los hoteles, hostels,
etc. que hay en la ciudad, sino que además, podemos alquilar viviendas o
habitaciones a través de la web www.airbnb.com.
Como recomendación, el hotel 1915, por su relación calidad-precio y sobre todo
por su ubicación, me parece una opción más que buena para pasar unos días en la
ciudad.
Habitaciones cómodas, limpias y, con suerte, con ventanas
desde las que se ven a lo lejos las Torres Petronas. Si bien es cierto, que las
habitaciones son pequeñitas y el cuarto de baño resulta un poco oscuro. A pesar
de estos, para mí, insignificantes inconvenientes, este hotel resulta de lo más
agradable y práctico. ¿Qué es lo mejor que tiene este hotel? Sin duda, su
ubicación. A escasos metros de la parada de metro Masid Jamek, se llega a él
fácilmente desde la estación central (Sentral). Y ya que hablamos de
transportes, vamos a empezar por el principio.
Llegadas y salidas
Aunque es posible llegar a KL por diversos medios, quizás el
avión es la forma más común para los que viajan por el Sudeste Asiático. Desde
ciudades vecinas como Bangkok, salen varios vuelos diarios de diferentes
compañías como AirAsia que en menos de dos horas te plantan en la ciudad de las
mil culturas a precios realmente asequibles. El aeropuerto de KL es moderno y
está muy bien comunicado. Cuenta con dos terminales, la internacional se llama
KLIA2. Nada más llegar te das cuenta que Malasia es un país potente que se está
desarrollando a la velocidad del rayo y que pocas cosas tiene en común con sus
vecinas Tailandia, Camboya o Indonesia. Más bien podría decirse que Malasia y,
en concreto KL, miran arriba siguiendo el ejemplo inspirador de su otro vecino,
Singapore.
Plano aeropuerto Kuala Lumpur. |
Para llegar al mismo centro de la ciudad (KL Sentral) desde
el aeropuerto, basta con coger un autobús o un tren rápido.
El tren se llama KLIA Ekspress y tarda solo 28 minutos en
hacer el recorrido entre ambos puntos, por lo que resulta el medio más adecuado
para volver ir desde la ciudad al aeropuerto cuando tienes que coger un vuelo.
No es necesario reservar el billete, solo con ir un rato antes a las taquillas
bien señalizadas de la estación KL Sentral o en el mismo aeropuerto te podrás
hacer con los tickets, aunque también se pueden comprar en esta web. El precio:
55 MYR por viaje. (Te hacen un descuento si compras ida y vuelta).
El bus, muy cómodo y más barato que el tren para llegar a la ciudad, tarda más
tiempo. Si te pilla atasco puedes tardar algo más de una hora en llegar a la ciudad, pero si vas sin prisas
te ahorras un buen dinero. Por solo 10 MYR puedes coger el Express Coach desde
la planta baja de la terminal KLIA2 del aeropuerto hasta KL Sentral.
El idioma
Otra de las grandes ventajas de Malasia en general y KL en
particular es la facilidad que tienes para comunicarte con los lugareños, la
gran mayoría dominan el inglés y son gente afable y dispuesta a prestar su
ayuda si te despistas o te pierdes un poco. Algo que resulta más complicado en
otros países vecinos donde el inglés muchas veces no es una vía para
comunicarse. Hablar con los malasios, poder escuchar sus opiniones comentando la
vida en el país, no tiene precio. Cualquier taxista, camarero, recepcionista…
puede ofrecerte una información valiosísima que hará tu experiencia viajera aún
más interesante.
El idioma malayo se escribe como el castellano, esto te
facilita enormemente la vida en una ciudad en la que puedes leer los carteles
fácilmente aunque no entiendas bien las palabras, pero desde luego,
te ayuda mucho más que mirar los caracteres indescifrables para los que no
conocemos el khmer, tailandés o laosiano.
La zona de las famosísimas Torres Petronas es visita
obligada para todo viajero o turista que llega a la ciudad sea o no amante de
las marcas de lujo. Este barrio es fácilmente accesible en metro (LRT), la
parada KLCC no tiene pérdida. Las Torres están rodeadas por edificios modernos,
rascacielos que quedan iluminados a la caída del sol para mostrar todo el
poderío malasio.
Esta enorme plaza en medio de la ciudad, accesible a pie
desde la zona de Masid Jamek, es un hervidero de familias al fresquito de la
noche cada viernes y sábado cuando cortan al tráfico las calles aledañas para
abrir el espacio a las bicis y patinetes de los niños. Muy recomendable para
sentarse y ver la vida de los lugareños los sábados al anochecer.
Esta es una más de
las mezquitas que se pueden visitar en la ciudad. La visita puede convertirse
en una grandísima experiencia en Kuala Lumpur. En algunas de ellas, como la
Masjid Jamek hay voluntarios dispuestos a explicar que nada tiene que ver el
islam con medias lunas o terrorismo. Gran labor la de estos voluntarios que
tienen como objetivo tumbar los prejuicios de todo aquel que esté interesado.
Visitar por dentro las Torres Petronas merece mucho la pena,
es caro, pero no se sube a las Petronas todos los días… o al menos eso es lo
que uno piensa la primera vez que va a KL. El inconveniente de esta opción,
además de los 85 MYR que has de pagar, es que te limitan el tiempo de la visita
a un total de unos 30 minutos (15 en la pasarela y 15 en la parte superior de
una de las torres). La gran ventaja son las vistas ya que además de divisar
toda la ciudad puedes ver la segunda torre a pocos metros de distancia. Dentro
de la torre que se visita hay una sala de exposiciones donde se hace publicidad
de Petronas, la compañía de petróleo y gas de Malasia propiedad del Estado y,
por tanto, un gran motivo de orgullo para el país.
Otra de las cosas buenas de Kuala Lumpur es que es una de
las ciudades más verdes del Sudeste Asiático. El jardín botánico es una gran
muestra de ello. Un paseo por este lugar para ver las bellísimas flores que se
cultivan y crecen gracias al agua y el sol de esta zona del planeta. Además, en
el recinto del jardín botánico hay un aviario y un mariposario que pueden
visitar los interesados en la fauna autóctona.
Saliendo un poco de la ciudad, y algo más cerca que la
mezquita coloreada de Putrayaya, se encuentran las cuevas Batu. Para llegar, en
poco más de 20 minutos, hace falta coger un tren en KL Sentral. Conviene
preguntar los horarios de vuelta para no perder el último transporte hacia la
ciudad. El paseo en tren, cómodo, seguro y barato, resulta muy agradable. Desde
la venta se observa cómo rápidamente cambia el escenario de rascacielos por uno
mucho más salvaje donde abunda la vegetación y la fauna autóctona.
Los miedosos han de ir concienciados. Los monos son los
reyes indiscutibles de los templos. Saltan por las doscientas y pico escaleras
amenazando a los humanos que se atreven a subirlas dejando claro que si ellos
quieren te quedas si merienda, sin cartera y hasta sin gafas de sol.
Para mí, que el amor por los animales no lo tengo muy
desarrollado, ir a las cuevas Batu supuso todo un gran reto por controlar los
ataques de pánico, pero si hay suerte (como la última vez que fui a finales de
enero) y te encuentras en plena celebración del festival hindú que congrega
allí a bramahnes y curanderos practicando los más diversos ritos ¡eso sí que es
todo un espectáculo! Ahí, en esos días, con el ruido ensordecedor de los
tambores de personas por las pendientes escaleras, los monillos no se atreven a
aparecer y se quedan agazapados en sus escondites. ¡Qué suerte la mía!
De paseo por Kuala Lumpur
KL tiene muchas zonas interesantes a las que acercarse para
conocer la vida local, desde el más sofisticado centro financiero plagado de
rascacielos, hasta el barrio más auténtico y carismático.
¿Por dónde empezar? Veamos…
KLCC
El parque de KLCC. |
Este centro neurálgico de la ciudad cuenta con un grandísimo
centro comercial en el que para ir al baño sin pagar has de subir a la segunda
planta. Tanto las plantas superiores como las subterráneas están repletas de
restaurantes. Las plantas intermedias guardan espacio para las grandes marcas
de ropa y complementos.
Cada noche, a las 8, en el lago a los pies de las Petronas
tiene lugar un espectáculo gratuito de música y luces que merece la pena ver.
Al igual que también merece la pena disfrutar del parque junto a ese lago para
pasear, descansar o hacer un poco de deporte respirando aire puro en medio de
una cuidada naturaleza en pleno centro de la ciudad.
Espectáculo de agua y música en KLCC. |
¿Se puede subir a las Torres Petronas? La respuesta es sí,
pero eso te lo cuento más adelante…
Central Market
Este mercado para turistas nada tiene que ver con sus
homónimos de Phnom Phen o Ho Chi Ming. Realmente es un centro de tiendas de
souvenirs y que, por tanto, no está nada mal para encontrar artesanía
tradicional o tejidos típicos de Malasia como el famoso batik.
Cerca del Central Market, y esto sí es más interesante,
puedes encontrar restaurantes de buenísima comida musulmana acompañada por un
exquisito lemon tea.
El barrio chino y la calle Petaling
Este barrio es estupendo para comprar productos falsificados
como relojes, bolsos, camisetas y también para los amantes de la auténtica
comida china para degustar en mesas en la calle. Eso sí, como no podría ser de
otra manera, esta zona es objetivo de turistas muchos de los cuales seguramente
se alojarán en los hostels de la
zona.
La plaza Merdeka y sus alrededores
La plaza Merdeka. |
Cerca de esta plaza está la oficina principal de turismo de
la ciudad, donde informan sobre los museos (muchos gratuitos) que se pueden
visitar y que ayudan a conocer mejor la idiosincrasia e historia de los
malasios.
La mezquita Masjid Jamek
Masjid Jamek |
El techo de Kuala Lumpur
¿Desde dónde tenemos las mejores vistas? Podemos considerar
dos puntos como el techo de Kuala Lumpur. Uno de ellos, las Torres Petronas y
el otro la Menara KL (menara
significa torre en malayo). Yo no soy capaz de decantarme entre ambos.
Dentro de las Petronas. |
Para comprar los tickets conviene ir un día o dos antes (o
comprarlos en esta web) porque los venden con antelación y se acaban con
rapidez, sobre todo para las visitas a las mejores horas, al atardecer, cuando
ya puedes ver la segunda torre iluminada desde las alturas.
La plataforma de observación de la Menara KL gana en altura
a la de las Torres Petronas y sus vistas nada tienen que envidiarle a las de
estas últimas. Es fácil llegar caminando desde la estación de metro (LRT) Dang
Wangi. Hay un minibús gratuito para subir (y bajar) la pendiente que lleva hasta
la base de la torre. Las ventajas de la Menara KL son el precio (más barata que
las Petronas, unos 52 MYR el paquete básico) y, sobre todo, que la visita no
está limitada en el tiempo, por lo que puedes echar la tarde quedándote en la
plataforma circular disfrutando de las vistas, y divisando las Torres Petronas
a lo lejos, o aprovechando para tomar algo.
Como, a pesar de sus ventajas, esta torre no es tan
famosísima como las Petronas, no es necesario reservar los tickets o comprarlos
con antelación, por lo que resulta una visita improvisada de lo más agradable.
Mi recomendación, subir a las dos si se puede.
El jardín botánico
Frangipani. |
Jalan Alor y sus alitas de pollo
No muy lejos de KL Sentral, en la zona de Jalan Alor (jalan significa “camino” o “calle”), se
pueden degustar las famosas alitas de pollo malasias, “chicken wings”, pero para
mi gusto hay lugares mucho mejores para cenar, como Little India.
Little India nuevo y viejo
Se podría decir que Kuala Lumpur tiene dos Little India. La
primera y más antigua se localiza en el barrio donde está la mezquita Masid
Majek, la segunda y más moderna está en Brickfields. Aunque ambas “Indias” son
lugares estupendos para degustar auténtica comida hindú, quizás la zona de
Brickfields está mucho más ambientada al anochecer.
Una fuente de elefantes abre el camino a Brickfields, una
calle donde arcos azules y rosas sirven de portales a tiendas de ropa típica a
buen precio, niñas que hacen tatuajes de henna en plena calle y carismáticos restaurantes
de comida hindú. Realmente pasear por este barrio es vivir el auténtico
ambiente indio de Kuala Lumpur.
Las cuevas Batu y los monos salvajes
Un fresquito coco de Malasia. |
Los protagonistas de esta visita a las cuevas serán, sin
duda, los monos malasios. Unos monos que de tontos no tienen nada y son capaces
de robarte la mochila, quitarte el helado que llevas en la mano y pegarse un
festín a tu costa por su cara bonita.
Monillo en la Batu Caves. |
Batu Caves. |
Al margen de los monos, el templo de las cuevas Batu muestra
creencias ancestrales que son dignas de vivir de cerca. Para refrescarse, que
siempre viene bien por estos lares, un poquito de agua de coco siente
divinamente.
¡Atentos a las normas en los transportes! |
Una última recomendación
Y qué mejor que conocer una ciudad caminando por sus calles
y comiendo comida local, tan variada y exquisita como lo es en KL. Pues esa es
básicamente mi recomendación, mapa en mano, caminar, caminar y caminar y probar
todas las delicias gastronómicas que van apareciendo a lo largo de ese camino
mientras se disfruta de la selva que aparece y se entremezcla con edificios de
gran belleza arquitectónica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario