miércoles, 12 de marzo de 2014

Agra … la ciudad del Taj Mahal


Por Merche.

Agra, la ciudad donde se encuentra el Taj Mahal, es una de las más pobres de la India. Está localizada en el estado de Uttar Pradesh a orillas del río Yamuna.

Para llegar a Agra desde Nueva Delhi hay varias posibilidades, una de ellas es ir en tren en un trayecto que dura unas 2 horas y media. Otra de ellas es ir en coche con conductor. Esta práctica es muy común ya que nada más llegar al aeropuerto de Nueva Delhi te asaltarán muchos taxistas que pretenden ser tu conductor durante todo el tiempo que dure tu viaje en India y te ofrecen la posibilidad de llevarte a cualquier lado, como no, a Agra también. Esta última opción fue la elegida por mí, aunque no contraté un taxista en el aeropuerto sino que busqué una agencia de viajes en Delhi para preguntar por las distintas opciones que tenía para hacer ese viaje al Taj Mahal. Conviene regatear porque los primeros precios que te ofrezcan seguro que están superinflados.

Ir en coche hasta Agra te llevará de 
 3 a 4 horas dependiendo del estado de las carreteras o caminos por los que pases ese día y también dependiendo del conductor que lleves. El camino es sorprendente, pasarás por carreteras mal asfaltadas por las que en cualquier momento cruza una vaca o una piara de cerdos. Encontrarás muchos poblados con chabolas construidas a pie de carretera donde te llamará la atención la vida de las gentes del lugar. No te quepa la menor duda de que te quedarás pegado al cristal de la ventanilla del coche observando cada instante del viaje.


Llegar a Agra con conductor ofrece la ventaja de que te llevará directamente al hotel, aunque por supuesto, esto será más caro que ir en tren por tu cuenta. También puedes aprovechar los servicios de recogida en la estación de tren que ofrecen la mayoría de los hoteles. Esto no está nada mal dado que Agra es una ciudad muy muy pobre y no es fácil moverse por allí. 

Para disfrutar por una vez, quizás en toda la vida, del lujo asiático, me alojé en el hotel más impresionante que he conocido, el Oberoi Amarvilas 

 
Pasar una noche en este hotel ronda los 250€. ¿Merece la pena este precio? ¡Absolutamente! Por suerte, el lujo en India no resulta tan caro como en otros países,  por un día, uno se lo puede permitir.

Todas las habitaciones de este hotel tienen vistas al Taj Mahal que está cerquísima del hotel, a unos 500 metros. En el hotel te reciben como si fueras un maharajá, ofreciéndote toallas húmedas para refrescarte y un zumo de lima. Para tu visita al Taj Mahal, se preocupan por buscarte las entradas (al mismo precio que en las taquillas del recinto) y te llevan allí a la hora que quieras en un cochecito. Obviamente, todas estas atenciones van incluidas en el precio.


Cerca del hotel hay solamente otros hoteles por el estilo, así que lo mejor es quedarse allí todo el día disfrutando de la piscina y olvidándose un poco de la verdadera India que puede llegar a saturar la primera vez que visitas el país. Este hotel es un remanso de paz y tranquilidad sobre todo si te alojas allí en un día en el que el Taj Mahal esté cerrado, esto ocurre todos los viernes. Así, habrá poquísimos turistas alojados en el hotel y tendrás tanto la piscina como las instalaciones completamente a tu servicio. Hablando de servicio… los camareros y demás personas que componen el staff, ataviados con trajes típicos, son un poco pesados… claro, se supone que estás allí para que te atiendan “de lujo”, pero a veces te hacen sentir un poco inútil porque se preocupan hasta de que tu toalla esté sin arrugas encima de la hamaca. Sinceramente, yo no necesito tanta atención, con que me dejen la piscina para mí sola es suficiente, ya me colocaré yo la toalla en la hamaca cuando me apetezca.
El hotel, como  no, ofrece comidas en su restaurante. Las cenas están amenizadas por músicos indios que tocan a las mil maravillas instrumentos muy llamativos. Cada vez que quieras servirte arroz, ahí estará un camarero para quitarte la olla de las manos y evitar que muevas un solo dedo… esto resulta algo incómodo porque sientes que te están vigilando en todo momento. Quizás yo no estoy preparada para tanto “lujo” y tanta atención, supongo que habrá personas a las que esto les encante.


Los precios del restaurante, para ser la India, eran carísimos, como esperaba, pero no mucho más que en cualquier hotel medio en España, así que realmente merece la pena disfrutar de estos lujos en países donde cuestan mucho menos que en Europa.

Disfrutar de un té masala viendo como caen las sombras de la noche sobre el Taj Mahal, no tiene precio.

Visita al Taj Mahal 

Después de consultar muchos blogs de viajeros, llegué a la conclusión de que visitar el Taj Mahal a primera hora de la mañana era la mejor manera de disfrutarlo en todo su esplendor. Sinceramente, pensaba que no me iba a impresionar por mucho que sea considerado una de las maravillas del mundo. No fue así, ¡ me encantó !


A las 5:30 de la mañana ya estaba tomándome el té que amablemente me ofrecieron en el hotel mientras esperaba el cochecito que me llevaría a las puertas del recinto que rodea el Taj Mahal. Cabe destacar aquí que desde fuera del recinto no se puede ver nada por las altas paredes que han construido, así que no merece la pena merodear por las afueras intentado ver el Taj Mahal sin pagar la entrada. Para verlo de cerca tendrás que gastarte unos 15€.


La mejor hora para llegar al Taj Mahal son las 6:00 de la mañana. Antes de entrar hay que hacer cola, como siempre en la India, hombres y mujeres separados. También hay que pasar un detector de metales y, si se les antoja, te cachearán. Las mismas medidas que para entrar en un aeropuerto las toman en la India hasta para entrar en los supermercados, con la diferencia de la obsesiva separación entre hombres y mujeres.
A primera hora de la mañana encontrarás pocos turistas, los autobuses de las excursiones suelen llegar en torno a las 8:30. Aunque si piensas que podrás pasear solo por el recinto estás muy equivocado porque aunque sea tan temprano seguro que habrá gente que quiera, como tú, conseguir la foto perfecta sin gente alrededor. Tienes más posibilidades de ello yendo muy temprano.

Otra ventaja de ir tan temprano es que hará menos calor. En la India hace muchísimo calor y en el recinto del Taj Mahal encontrarás pocos lugares a la sombra, así que conviene aprovechar las primeras horas de la mañana para pasear por allí cuando todavía el sol no achicharra.


Nada más entrar al recinto, muchos “guías” se acercarán a ti para ofrecer sus servicios, algunos llegarán a ser un poco pesados, pero si no los tratas mal te dejarán al cabo de unos minutos.

Dentro del recinto del Taj Mahal se encuentran dos mezquitas construidas de manera simétrica a cada uno de los lados de este impresionante monumento. Las paredes de mármol del Taj Mahal, parece como que cambian de color al tiempo que el sol les ofrece los primeros rayos de la mañana. Estas paredes llenas de inscripciones encierran un interior sombrío en el que cuesta atisbar las dos tumbas que se permanecen ahí desde hace siglos. Estas tumbas pertenecen al emperador musulmán de la dinastía mongola Sha Jahan que mandó construir el Taj Mahal para albergar el féretro de su esposa favorita Mumtaz Mahal. Por tanto, el Taj Mahal es en realidad un mausoleo, no un templo religioso.

Después de una visita de dos horas por el amplio recinto del Taj Mahal, donde encontré algún que otro mono ladrón de botellas de agua, pude volver al hotel para desayunar tranquilamente y disfrutar del fresquito del agua de la piscina.

Estar en el hotel el viernes, me permitió disfrutar y descansar todo el día mientras esperaba tranquilamente a poder visitar el Taj Mahal a primera hora de la mañana el sábado. Sin duda, llegar a Agra en un día en el que no se puede acceder al Taj Mahal es una estupenda opción ya que evitarás las multitudes de turistas (extranjeros e indios) deseosos de visitar el lugar.

El Taj Mahal y una de las mezquitas simétricas.



1 comentario:

  1. Me ha sido muy útil tu información de Agra, Taj Mahal y Delhi. Muchas gracias por publicarlo.

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